Antonov 124 aterrizó en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro.
Tras 72 horas de vuelo, 19.000 kilómetros recorridos y cuatro escalas en tres países, el Antonov-124 —el avión de carga más grande del mundo— aterrizó este martes en la pista del aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro, Antioquia. En su interior trajo desde Zagreb, capital de Croacia, un importante pedido para Empresas Públicas de Medellín, que es clave para la culminación de las obras en la fase I de la central Hidroituango.
Se trata de una compuerta mecánica o tapón que servirá para impedir el paso del agua en los túneles de conducción de las unidades de generación 3 y 4, mientras se avanza en la demolición de los muros de concreto que actualmente cumplen con esa función
Desde EPM explicaron que su instalación se realizará a través de trabajos subacuáticos con buzos, a unos 60 metros de profundidad en el embalse. La compuerta se divide en tres piezas y cada una puede tener un peso de 30 a 35 toneladas.
La llegada del avión
La imponente aeronave aterrizó en el Oriente antioqueño a las 7:05 de la mañana de este 27 de junio y fue recibida por una comitiva de alto nivel de EPM. La empresa contrató los servicios del Antonov-124 ante la premura de recibir la pieza a tiempo, considerando el plazo que tiene para poner en marcha las dos turbinas antes del próximo 30 de noviembre.
La compuerta tuvo que ser transportada en 5 partes y el viaje, que empezó a las 8 de la noche del pasado 24 de junio, incluyó paradas en Irlanda, Islandia y dos ciudades de Estados Unidos para llegar finalmente al territorio colombianos. De hecho, la logística y preparación del traslado de la compuerta —diseñada a la medida en Alemania y Croacia— empezó hace más de un año en territorio europeo. Aunque el 'tapón' ya está siendo trasladado a Hidroituango en un viaje con 5 tractomulas y 180 kilómetros, en los próximos días aterrizará otro Antonov-124 con una nueva pieza de las 4 que requiere la obra.
Así es el Antonov-124
El Antonov-124 tuvo su primer vuelo en 1982 y pasó a ser el avión más grande del mundo el año pasado tras la destrucción del An-225 Mriya durante un ataque al aeropuerto de Hostómel, cerca de Kiev, la capital ucraniana, en medio de la invasión rusa a ese país. La aeronave fue desarrollada y fabricada por la compañía estatal ucraniana Antonov y en total se construyeron 55 modelos. Actualmente, hay 26 aviones civiles en operación. Puede transportar hasta 122 toneladas de carga, con una autonomía de vuelo de 4.325 kilómetros, de ahí que tenga que realizar varias escalas antes de llegar a territorio antioqueño desde Europa.
Alcanza los 69 metros de longitud y tiene una altura de 21 metros. Gracias a su capacidad, es utilizado mundialmente para el transporte de trenes, piezas de otras aeronaves, como fuselajes o motores, e incluso yates. Aunque actualmente no se fabrican nuevos modelos —la producción se detuvo tras la caída de la Unión Soviética—, su costó estimado está entre 50 y 90 millones de dólares.
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