Los últimos años han sido letales para la prensa en Latinoamérica y, en especial en Centroamérica. Según el informe ‘Sombra’, presentado por la red Voces del Sur, una red regional de libertad de expresión y de prensa a la que pertenecemos; y Reporteros Sin Fronteras, 2022 fue el año más violento con el asesinato de 31 periodistas; 1.953 agresiones y ataques en forma de atentados, agresiones físicas y ataques a la infraestructura, por mencionar algunos. Si bien el ambiente hostil para muchos y muchas periodistas lleva años en Nicaragua, Honduras, México y El Salvador, en países como Guatemala y Ecuador se ha agudizado. Este año, ad-portas de la segunda vuelta para las elecciones presidenciales, fueron asesinados dos periodistas guatemaltecos y en lo que va corrido de 2023 cinco periodistas ecuatorianos han tenido que salir de su país. ¿Qué está pasando en estos países? Los gobiernos autoritarios de Centroamérica han visto en la prensa un enemigo y han utilizado estrategias de estigmatización, desprestigio y acoso judicial para acallarla. Esto ha significado que, en Nicaragua, por ejemplo, más de doscientos periodistas hayan tenido que dejar el país en los últimos cinco años y más de veinte han sido desnacionalizados y declarados “traidores de la patria”, según el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), organización que tuvo que trasladarse a Costa Rica para salvaguardar su vida. En Guatemala, en los últimos tres años la escalada de violencia a periodistas y comunicadores ha cobrado la vida de algunos, y la libertad de otros. El acoso judicial y la criminalización tiene por lo menos a quince de ellos con procesos judiciales abiertos, detenciones y, el caso más emblemático, el de José Rubén Zamora, periodista y director de ElPeriódico, quien cumplió un año en prisión y su medio tuvo que cerrar en mayo de este año. Por su parte, Ecuador fue en 2022 el tercer país más violento para ejercer el periodismo y este año podría ascender en esta lista. Los grupos delictivos, el crimen organizado y la crisis política han hecho que este año cinco periodistas hayan tenido que dejar el país. El asesinato de Fernando Villavicencio, periodista y candidato a la presidencia, así como el de otros políticos, tiene en alerta a la libertad de prensa y, por supuesto, a la democracia de la nación. Ante este contexto, en la FLIP estamos apoyando el trabajo de algunas organizaciones defensoras de la libertad de expresión y a periodistas para que puedan seguir realizando su trabajo y, a la vez, salvaguardar su integridad. Con talleres que fortalecen sus capacidades en autoprotección, misiones de observación a los países y campañas conjuntas en redes sociales nos hemos sumado a la labor de garantizar la libertad de prensa en América Latina.