La firma de este acuerdo se llevó a cabo entre la Comercializadora Internacional Empaquetadora del Norte S.A.S BIC y Oiltek, una de las compañías más experimentadas del mundo en materia de refinerías de aceites vegetales.
En un giro significativo para la industrialización del campo colombiano, se anuncia la construcción de la refinadora de aceites vegetales comestibles más moderna de Latinoamérica en el departamento de Norte de Santander.
Esta iniciativa, liderada por la Comercializadora Internacional Empaquetadora del Oriente (CIEO), representa un paso trascendental para profundizar en las líneas estratégicas destinadas a potenciar la transformación y valor agregado de los productos agrícolas en el país.
La refinadora se posicionará como una infraestructura de vanguardia, adoptando tecnologías de última generación para garantizar la calidad y pureza de los aceites vegetales producidos. Este proyecto no solo fortalecerá la cadena productiva local, sino que también contribuirá a consolidar a Colombia como un referente en la producción y procesamiento de productos agropecuarios a nivel regional.
La ubicación estratégica en Norte de Santander no solo aprovecha la riqueza agrícola de la región, sino que también promueve el desarrollo económico local al generar empleo y estimular la participación activa de la comunidad en el sector agroindustrial.
La Comercializadora Internacional Empaquetadora del Oriente, como entidad promotora de esta iniciativa, se ha asociado con líderes del sector agropecuario, instituciones gubernamentales y entidades internacionales para asegurar el éxito y sostenibilidad de este ambicioso proyecto.
Se espera que la refinadora no solo beneficie a los productores locales, sino que también abra nuevas oportunidades de exportación, consolidando a Colombia como un actor relevante en el mercado de aceites vegetales comestibles a nivel internacional.
La construcción de esta moderna refinadora en Norte de Santander no solo representa un avance tecnológico y productivo, sino que también resalta el compromiso del país con el desarrollo sostenible y la generación de oportunidades en el ámbito rural. Este hito marca un capítulo clave en la historia de la industrialización agrícola en Colombia, prometiendo un futuro más próspero y competitivo para la región y el país en su conjunto.