También hay firmas de Colombia, Italia, Brasil y Panamá. Ayer visitaron la obra. Procuraduría emitió alertas del proceso.
Con sus dos primeras unidades, la central genera en promedio 12 GWh/día, que equivalen al 5,5% de la generación nacional. FOTO CORTESÍA
Constructoras chinas con líos reputacionales, una brasileña que pertenece a un grupo salpicado por el caso de corrupción de Lava Jato, dos firmas italianas de renombre, una panameña con apenas seis años en el mercado y viejas conocidas colombianas competirán por ganarse el contrato de casi un billón de pesos para terminar las obras de Hidroituango. En la lista de las 12 empresas interesada en la licitación por las obras de las unidades de generación de la 5 a la 8 reaparece una de las tres firmas que construyó el proyecto entre 2012 y 2022 e insisten las tres compañías que integraron el fallido consorcio en la licitación que fue declarada desierta en marzo.
Las empresas interesadas, que incluso estuvieron ayer recorriendo las obras principales del proyecto, son cinco compañías colombianas: Schrader Camargo, Mincivil, Coninsa Ramon H., Conconcreto e Ingema; tres chinas: Yellow River, China Gezhouba Group Company y Powerchina Colombia; dos italianas: Todini Costruzioni Generali y la Impresa Pizzarotti & CSPA; la panameña Boscore; y la brasileña AG Construções e Serviços.
Este es el segundo proceso de licitación abierto para estas obras, pues el primero se declaró desierto hace justamente un mes, debido a que el oferente —integrado por las repitentes Schrader Camargo, Yellow River y Powerchina — no cumplió con los requisitos y luego de las advertencias que hizo la Procuraduría por irregularidades en la evaluación.
Para las obras finales del proyecto hidroeléctrico que ahora se licitan hay un presupuesto de $937.287 millones y un plazo estimado de 1.125 días, unos tres años. La ejecución del contrato, en caso de que una de las empresas clasifique, se estima que sea en septiembre próximo.
William Giraldo Jiménez, vicepresidente Proyectos Generación Energía de EPM, contó que los posibles oferentes visitaron ayer la etapa sur de la casa de máquinas, las almenaras y las desviaciones de los túneles derecho e izquierdo. Tras la visita, continuará la etapa de estructuración y entrega de ofertas oficiales por parte de las empresas, lo que se prevé para finales de junio. “Esperamos que para el 28 de junio nos presenten ofertas y en agosto podamos tener una empresa o un consorcio encargado de terminar las obras”, explicó Giraldo.
Las polémicas
Dentro de los competidores chinos, la principal novedad está en la aparición de China Gezhouba Group Company Limited, que es otra de las estatales de ese país con negocios en más de 100 países.
Este grupo, que fue creado en 1970, tiene experiencia principalmente en obras como autopistas, aeropuertos y centrales energéticas nucleares, eólicas e hidroeléctricas.
En su incursión en Latinoamérica, uno de los antecedentes más problemáticos de la compañía se localiza en Ecuador, en donde integró un consorcio con la empresa Fopeca que se terminó quedando en 2010 con un contrato de 672 millones de dólares para construir el proyecto hidroeléctrico Sopladora, la tercera más grande del río Paute, con una capacidad de generación de 487 MW y que fue financiada por la banca china.
Pese a ser inaugurada en agosto de 2016, el principal lío de esta obra radica en varios retrasos que tuvo para culminarse. Así mismo, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) aseguró en 2018 que el proyecto tenía por lo menos 402 fallas. Por estas razones, las autoridades ecuatorianas iniciaron un proceso en contra de ambas compañías y les impuso una serie de multas por 248 millones de dólares.
La estatal china Powerchina, que repite en este proceso, justo se acaba de ganar el contrato de EPM para la construcción del Parque Solar Fotovoltaico Tepuy, primer proyecto de energías renovables no convencionales a gran escala en Colombia. Tendrá 199.534 paneles y estará ubicado en el municipio de La Dorada, departamento de Caldas.
Alertas de la Procuraduría
La Procuraduría envió un oficio a EPM, conocido esta semana, en el que expuso varias preocupaciones por esta licitación que apenas inicia. El Ministerio Público consideró preocupante hechos como que EPM se estaría basando en información financiera de entre 2019 y 2021 para evaluar a los posibles oferentes, sin que hasta ahora se conozcan los resultados financieros de 2022, claves en un contexto en donde la volatilidad del dólar, la inflación y el comportamiento de las tasas han cambiado. Así mismo, el ente vio con ojo crítico los tiempos para la preparación y la presentación de las ofertas en ese proceso, los criterios empleados por EPM para evaluar la experiencia de los oferentes, los obstáculos para asegurar esas obras finales y hasta los reducidos plazos para dar trámite a preguntas, adendas y aclaraciones que puedan surgir en la etapa precontractual.
En su documento, el ente de control alertó además por dificultades para que los contratistas puedan constituir garantías y seguros necesarios para la transferencia de los riesgos del contrato dadas las condiciones a las que está expuesto el proyecto frente al mercado asegurador.
El gerente de EPM, Jorge Carrillo, le reclamó el jueves a a la procuradora Margarita Cabello, considerando que esas preocupaciones no habrían tenido que hacerse públicas.
Estas son las firmas que compraron derechos para la nueva licitación.
Por china repiten dos firmas y aterriza un nuevo gigante
Por el lado del gigante asiático, EPM precisó que tres firmas compraron derechos para participar de la licitación. La lista está encabezada por Yellow River y Power China, las mismas que hacían parte del único consorcio que se presentó a la licitación abierta en 2022 (declarada desierta el pasado 14 de marzo de 2023), y una nueva, identificada como China Gezhouba Group Company Limited. Mientras por el lado de Power China su principal carta de presentación es ser un gigante de la construcción en todo el mundo, y en el caso de EPM ya firmó un contrato para construir el Parque Solar de Tepuy, Yellow River registra experiencia constructiva en plantas como la hidroeléctrica Yanyangshan y un túnel de desviación de la hidroeléctrica Shuangjiangkou. Por su parte, Gezhouba, también es una estatal china, con presencia en más de 100 países y experiencia en proyectos como la represa Tres Gargantas.
Por Colombia reaparece Schrader y Conconcreto
En el caso de Colombia, cinco firmas aparecen en listado, todas con algún antecedente relacionado con el proyecto. Los tres casos más llamativos son Schrader Camargo, Coninsa Ramon H. y Conconcreto. Mientras Schrader regresa luego de haber sido descalificada en la licitación pasada, Coninsa y Conconcreto vuelven a manifestar su interés, luego de haber sido parte del Consorcio CCC Ituango, que salió del proyecto el pasado 30 de noviembre. Las dos firmas restantes se trata de Mincivil, que también ya se había presentado a la hidroeléctrica en la licitación de 2012 (junto con Norberto Odebrecht y la constructora Solarte Solarte); e Ingema, con experiencia principalmente en la construcción de subestaciones eléctricas y que también estuvo entre las diez firmas que compraron derechos de participación en 2022.
Dos firmas italianas aparecen entre los nuevos interesados
Por Italia, dos firmas nuevas manifestaron su interés en quedarse con las obras finales de Ituango: Impresa Pizzarotti & CSPA y Todini Costruzioni Generali. Con más de 100 años de experiencia, Impresa Pizzarotti es una de las firmas constructoras más grandes de ese país, con experiencia en obras que van desde autopistas, hasta aeropuertos, vías férreas, hospitales y presas. En Latinoamérica el nombre de esta última empresa ha pisado con fuerza principalmente en países como Perú y Chile, en donde ha construido una base aeronaval y túneles para proyectos de explotación minera. Por su parte, Todini Costruzioni Generali es una empresa con más de 60 años de experiencia, la mayoría de ellos con obras en Italia, pero desde la década de 1990 en países como Argelia, Rusia, Ucrania, Georgia, entre otros.
Por Brasil llega una filial de Andrade Gutierrez
Pese a que en 2012 Brasil tuvo cuatro interesados en las obras de Hidroituango (Construcoes e Comercio Camargo Correa, Centrales Eléctrica Brasileras, Constructora Norberto Odebrecht y Constructora Andrade Gutiérrez) en la licitación del año pasado ninguna de ellas compró pliegos. De ese listado, la Constructora Andrade Gutiérrez reapareció como interesada ese año para quedarse con las obras finales de la hidroeléctrica, comprando derechos con su filial AG Construções e Serviços, con una trayectoria desde 1994. La experiencia de AG Construções aparece principalmente centrada en trabajos como construcción de plantas industriales, proyectos inmobiliarios, carreteras, vías férreas, presas y mobiliario urbano. Pese a ser durante décadas uno de los pesos pesados de la construcción en Brasil y Latinoamérica, el grupo Andrade Gutiérrez se vio duramente golpeado tras quedar envuelto en el escándalo de Lava Jato, el caso de corrupción en el que varias constructoras fueron señaladas de pagar sobornos a las autoridades brasileñas con el objetivo de quedarse con millonarias licitaciones. Luego de ser encontrada responsable por la justicia, Andrade Gutiérrez firmó en 2018 un acuerdo con las autoridades brasileñas para devolver cerca de 382 millones de dólares a los fondos públicos. Tras ese acuerdo, tanto esa empresa como las demás implicadas, buscan recuperar su poder y reputación en el mundo.
Firma Panameña se suma a los posibles participantes
La última firma que quedó incluida entre los compradores de los derechos de participación para Hidroituango es una identificada como Boscore, que en sus registros aparece fundada el 20 de julio de 2016 y con su sede principal ubicada en la provincia de Herrera, en el corregimiento Chitré. En dicho país, uno de los principales proyectos en los que aparece la compañía es en la construcción de 28 kilómetros de líneas de distribución eléctrica en las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí. Para esa tarea, según reportó en 2018 el diario La Estrella de Panamá, a la empresa le fue entregada una partida de 1.956.753 balboas, incluyendo actividades como “el suministro de transporte, entrega de materiales y equipos para diseño”.
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