La ciudad de Ocaña se viste de luto ante la partida de Jorge Cabrales Romero, figura fundamental en el desarrollo de la radiodifusión en la región. A los 85 años de edad, Cabrales dejó un legado imborrable como emprendedor, comunicador y líder comunitario.
Junto a su hermano Alberto, Cabrales marcó un hito al fundar las emisoras Radio Catatumbo y Sonar, pertenecientes a la Sociedad Nacional de Radio. Su contribución a la radio no solo se limitó a las ondas hertzianas; en la década de los 80, asumió la alcaldía de Ocaña y, junto a su hermano Dennis, creó la aerolínea Torcoroma, facilitando así el intercambio comercial desde la zona del Catatumbo hacia el resto del país.
El legado de Cabrales se extiende a la identificación y promoción de talentos locales. Descubrió a figuras como Álvaro Gómez Zafra y Edgar Pantaleón, quienes hoy triunfan a nivel nacional. Su visión emprendedora también lo llevó a la creación de Radio Sonar, filial de la cadena Caracol, y la emisora Ondas del César, que fue un fenómeno en el Sur del Cesar durante los años 90.
En 1972, Cabrales y su hermano realizaron una negociación con el obispo de la época, Ignacio Gómez Aristizábal, vendiendo Radio Catatumbo y continuando con la radiodifusión mediante la creación de nuevas estaciones. A pesar de los desafíos económicos, la pasión por la radio guió su camino.
La voz de Cabrales resonó no solo en Ocaña sino en el Caribe, donde en 1985 fue nombrado gerente de varias emisoras con sede en Cartagena por la cadena Caracol. Se destacó como un periodista directo y certero, hablando con certeza y valentía.
Diversas reacciones han inundado la ciudad ante la pérdida de este emprendedor visionario. El alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, expresó sus condolencias, destacando los aportes de Cabrales al progreso y desarrollo de la región. Compañeros de batallas, como Jorge Ojeda, recuerdan su entrega y dedicación por engrandecer la radio, desde los primeros días en que, tras la Segunda Guerra, se refugió detrás de los aparatos para dar inicio a una historia que duraría décadas.
La Hidalga Villa pierde a uno de sus hijos más ilustres, pero la huella de Jorge Cabrales Romero perdurará en cada rincón que iluminó con la magia de la radiodifusión, una historia que nació como un juego juvenil y se convirtió en un capítulo fundamental en los 70 años de historia de la radiodifusión en la provincia de Ocaña.
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