Empresarios señalan que sobreviven en medio de una infraestructura desvencijada./
Durante su arribo a los 74 años de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del estado Táchira (Aceta) en Venezuela, que involucra a gran parte de los sectores comerciales de la entidad fronteriza de Venezuela, representantes gremiales pusieron en la mesa aspectos delicados que están llevando a la libre empresa por un camino de extinción, por la falta de transparencia y corrupción que resta recursos a la inversión pública.
Así lo expresó Pietro Ceniccola, directivo de Aceta, quien refirió que la institucionalidad privada confunde a la gestión pública con una docilidad cómplice, motivada por una conveniencia o temor.
“Una macroeconomía manejada de tal manera que ha hecho de la hiperinflación la constante, empobreciendo a empresas, familias e individuos”, argumentó.
Enfatizó que los empresarios sobreviven en medio de una infraestructura desvencijada, caracterizada por servicios caros e intermitentes, que afectan seriamente a todos los tipos de empresas de la entidad fronteriza.
“Hoy queremos llamar particularmente la atención sobre el servicio de electricidad y de agua, cuyas tarifas y política comercial es orientada desde Caracas”, apuntó.
El representante comercial indicó que el ecosistema venezolano quiere complicar con multas exageradas, lo que ya es difícil de cumplir, motivo por el cual el mercado laboral ha perdido su mejor talento, debido a la diáspora (dispersión de grupos humanos que abandonan su lugar de origen) y a la fuga de talento, mientras que los trabajadores están insatisfechos debido al sistema financiero incapaz de cumplir su función de dar créditos a la producción y al consumo, en razón de políticas erradas como el manejo del encaje legal.
Por todas estas razones, en su aniversario, el gremio solicitó al gobierno nacional y regional a tomar el camino de la democracia, a combatir la plutocracia, mejorar la institucionalidad y apoyar la construcción de una economía social de mercado y de la propiedad.
Ceniccola resaltó que los verdaderos enemigos de la república son la pobreza, el desempleo y la inseguridad, por lo que manifestó que lo único que desean es que los dejen desarrollar su rol de comerciantes.
Difícil competencia
Señaló que es complejo para el sector competir con el mercado colombiano, pese a que en el país neogranadino los costos de servicios son más altos, porque del lado venezolano reinan los malos servicios públicos, como la electricidad, que nuevamente afecta a toda la región, al tiempo que los recibos han aumentado más del 100%.
A su vez, apuntó que las empresas han entrado a un proceso de informalidad para evitar el proceso inflacionario y los pagos de múltiples impuestos.
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