El comisionado de paz aseguró que solo “le respondo al Presidente”. Perdió respaldo tras su controvertida carta a las disidencias, además de sus polémicas visitas a las cárceles del país.
En un lapso de apenas dos meses, entre abril y mayo, Rueda ha acudido a 2 debates de control político en el Congreso. FOTO COLPRENSA
La seguidilla de dificultades, agresiones y tropiezos que tienen empantanada la “paz total” de Gustavo Petro –que obligaron a suspender otro alto al fuego con un grupo armado–, acentuaron las voces en el Congreso que piden responsables políticos –léase cabezas– por la difícil situación de orden público en el país.
Hoy las miradas no solo están puestas en el Jefe de Estado, sino en el comisionado Danilo Rueda, nada menos que el encargado de encausar una de las más grandes apuestas de este Gobierno: la paz con grupos armados y organizaciones criminales. No obstante, su permanencia en el cargo está en jaque y tambalea a medida que más dirigentes piden renuncia.
El funcionario no solo está en el ojo del huracán por el fallido cese al fuego con las disidencias del Estado Mayor Central de las Farc –el tercero que naufraga en lo que va de gobierno–, sino por el polémico tono que empleó en una comunicación dirigida a alias “Iván Mordisco”, jefe de ese grupo armado.
En la misiva, que no deja de levantar ampolla en sectores políticos, el comisionado se refirió al crimen de los 4 menores indígenas que ocasionó la ruptura del alto al fuego como “una ejecución”, llegó a reconocer los “compromisos con la vida” por parte de la guerrilla y –al pedir que “a la mayor brevedad” instalen una mesa de diálogos–, se comprometió a seguir adelante, sin mayor reparo, en el levantamiento de órdenes de captura que pesan contra varios subversivos.
Esta nueva salida en falso (ver Claves) le mereció una oleada de críticas –casi al unísono– este martes durante una sesión de la Comisión Primera de la Cámara encargada, entre otras, de temas de paz. Aun cuando su partido hace parte de la coalición de gobierno, la representante Catherine Juvinao (Alianza Verde), fue una de las más incisivas en pedir su renuncia.
“Estamos ante un comisionado absolutamente debilitado ante los ojos del Congreso. Ha cometido error tras error y sus fallas se traducen en indicadores concretos: deterioro de la seguridad y pérdida de vidas. Es insostenible. El Estado está subordinado y sumiso. La paz total ha sido una improvisación total y, en un acto de sensatez, Rueda debería dar un paso al costado. Le quedó grande liderar este proceso. No tiene autoridad, ni respeto”, aseguró en diálogo con este diario.
Desde la independencia, el representante Andrés Jiménez (Partido Conservador) declaró que el “mejor servicio” que le puede ofrecer Rueda a la paz y al Gobierno es “su carta de renuncia”, mientras que desde la oposición el Centro Democrático y Cambio Radical coincidieron en que “el país no soporta mas improvisación”.
Otra es la lectura en el petrismo. El representante Alirio Uribe (Pacto Histórico) reclamó que los problemas de la paz no se solucionan con la renuncia y dejó entrever que detrás de todo hay intereses electorales.
“Este gobierno en 9 meses ha hecho más que Iván Duque en 48 meses (...) Todas las bancadas del Congreso aprobaron la ley de paz total y ahora que se aplica consideran que todo está mal. Hemos entrado en escenarios electorales en los que la rentabilidad es atacar al Gobierno”, manifestó a este diario.
A su turno, el propio Danilo Rueda se refirió a las voces que, cada vez con más fuerza, piden su renuncia: “Dejo el cargo cuando el Presidente estime conveniente. Trabajo con base en unas directrices. Hemos logrado avances significativos. No me meto en el mundo de la política. Simplemente le respondo al Presidente”, declaró.
Mientras crecen los cuestionamientos sobre la “paz total” y suben los decibeles de quienes piden su renuncia –a la sombra de nuevas violencias y acciones delincuenciales–, Petro guarda silencio y no toma postura. En el entretanto, los congresistas se siguen preguntando: “¿Qué tendrá que pasar para que tome medidas con Rueda?”.
Algunas de sus salidas en falso
1- Sus visitas a cárceles, algunas en compañía de Juan Fernando Petro, hermano del Presidente, han levantado alertas ante el pacto de controvertidos beneficios jurídicos.
2- En febrero los ojos se posaron sobre Rueda tras la liberación de Jorge Luis Alfonso López, alias El Gatico —hijo de la corrupta empresaria Enilse López, alias La Gata— bajo la figura de “facilitador de paz”.
3- Pese a que Petro anunció a finales de 2022 un cese al fuego bilateral con 5 grupos, hubo controversia luego de que el ELN desconoció la tregua y desmintió públicamente al Gobierno.
4- En febrero se filtró un audio en el que Juan Fernando Petro dice haber influido en el nombramiento del comisionado. Cuestionado por periodistas, Rueda evadió preguntas y hasta llegó a uno “¿quién es su director?”.
5- En una carta dirigida a “Iván Mordisco”, Rueda se refirió a la masacre como una “ejecución de niños”, calificó la seguidilla de hechos violentos como “hostilidades” y reconoció los “compromisos con la vida” por parte de la guerrilla.
Polémica por tregua que no bajan de unilateral
Si bien el gobierno Petro gestó y presentó los altos al fuego con los grupos armados como bilaterales –es decir, como compromiso de ambas partes–, para sectores políticos solo el Estado cumplió y cesó su accionar militar, mientras que los subversivos se han fortalecido.
Una muestra de ello es que, hasta principios de mes, según un informe de inteligencia militar, solo las disidencias del Estado Mayor Central fueron responsables de 193 acciones violentas contra la Fuerza Pública y la población civil. Incluso, las disidencias de Iván Márquez, conocidas como Segunda Marquetalia y con las que aún se mantiene un alto al fuego, son responsables de al menos 52 acciones violentas.
Recientemente, el representante Julio César Triana (Cambio Radical) equiparó el cese al fuego con la experiencia del Caguán, cuando en tiempos del expresidente Andrés Pastrana, las Farc –en medio de burlas al proceso de paz–, se fortalecieron y arreciaron en acciones como secuestros y extorsiones.
Este martes, el comisionado negó haber sido “blando” con las disidencias de “Iván Mordisco” y reivindicó que ha exigido responsabilidad por parte de los grupos armados.
“Estos es ires y venires. Es un esfuerzo permanente y un trabajo diario. Se cometen daños a la integridad y la vida de la gente en los territorios, y eso arriesga la paz. Pero salí de una reunión con un organismo estatal que me presentó los resultados del seguimiento a los ceses y muestran una reducción de la violencia importante y una disminución sustancial de heridos y muertos pertenecientes a la Fuerza Pública. También una baja de los asesinatos de líderes sociales y firmantes de paz. Esos logros, que el país no conoce, es importante que esta entidad los dé a conocer”, dijo.
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