El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha desencadenado una nueva ola de tensiones diplomáticas al anunciar el cierre de la embajada venezolana en Ecuador, así como los consulados en Quito y Guayaquil. Este anuncio contundente llega como respuesta directa a la irrupción de la Policía ecuatoriana en la sede diplomática de México en Quito, un incidente que ha sacudido las relaciones entre ambos países.
Maduro, al intervenir en la Cumbre extraordinaria y virtual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), convocada para abordar este delicado tema, hizo hincapié en la gravedad del incidente y anunció las medidas que su gobierno tomará de inmediato.
"He ordenado cerrar nuestra Embajada en Ecuador, cerrar el Consulado en Quito, cerrar de inmediato el Consulado en Guayaquil y que regrese el personal diplomático a Venezuela de inmediato", declaró Maduro durante su intervención en la cumbre.
La decisión de Maduro refleja una clara señal de protesta ante lo que considera una violación de la integridad diplomática, además de una muestra de solidaridad hacia México, país afectado por la irrupción policial en su sede diplomática en Quito.
Esta acción unilateral del gobierno venezolano sin duda intensificará las tensiones entre Caracas y Quito, añadiendo un nuevo capítulo a la ya complicada relación entre ambos países. Se espera que la reacción del gobierno ecuatoriano no se haga esperar, lo que podría conducir a un aumento de las tensiones y posiblemente a medidas recíprocas por parte de Ecuador.
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