El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Réznikov, negó señales de repliegue militar por parte de Rusia, al tiempo que estimó en casi 150.000 los soldados rusos apostados en su frontera, entre tropas de tierra, mar y aire.
“Las tropas rusas suman 127.000 hombres en su componente terrestre y 147.000 si se le añaden el marino y aéreo. No vemos una retirada y tampoco podemos hablar de una reducción de sus números”, dijo Réznikov en rueda de prensa.
Réznikov, que hizo estas afirmaciones después de que el Kremlin prolongara su presencia militar en Bielorrusia, tras el término de las maniobras conjuntas el domingo, precisó que las unidades rusas que “están en movimiento” pueden tanto volver a sus bases como ser desplegadas en otra zona.
Al respecto, afirmó haber solicitado una conversación urgente con el ministro de Defensa bielorruso, Víctor Jrenin, para pedirle explicaciones. “¿Qué está pasando?”, se preguntó y no descartó que Moscú intente rodear el territorio ucraniano con soldados y armamento.
Por todo ello, agregó: “Cuando digo que nuestros soldados están preparados para cualquier escenario, esto es realmente así. Nosotros no minimizamos en ningún caso la amenaza, ya que su nivel es realmente alto”.
El ministro ucraniano volvió a pedir armamento letal y equipos de defensa a sus aliados occidentales, incluido a aquellos que hasta ahora se han negado a suministrar armas a Kiev.
Con todo, subrayó que, sea cual sea la amenaza, el país se encuentra en un estado de “defensa total”, a la que contribuirán los integrantes de los destacamentos de defensa territorial, que incluirán a cazadores y guardabosques hasta alcanzar los 2 millones. “Toda la población de Ucrania está dispuesta a defender su territorio. Esa es nuestra fuerza”, resaltó.
El Ejército ucraniano y las milicias separatistas prorrusos se acusaron este lunes mutuamente de violar el alto el fuego en las últimas horas con ataques con armamento pesado a ambos lados de la línea de separación del Donbás, donde las hostilidades se intensificaron hace varios días.
Un militar ucraniano resultó herido, mientras varios civiles tuvieron que ser atendidos en territorio rebelde, según sus autoridades, que ordenaron el viernes la evacuación masiva de la población civil.
Réznikov acusó a los separatistas y sus patrocinadores rusos de cometer un “crimen de guerra” al destruir o dañar en los últimos cuatro días más de cien casas en el Donbás, controlado por Kiev.
Las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk anunciaron el sábado la movilización general, lo que incluye el reclutamiento forzoso de menores de edad, según denunció la defensora del pueblo ucraniana, Ludmila Denísova.
El domingo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, volvió a decir que el presidente ruso, Vladímir Putin, está “a punto de invadir” el país vecino.
Fuente : https://www.elcolombiano.com/
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