El Papa Francisco celebró la ceremonia, el noveno Consistorio Ordinario, en la plaza de San Pedro. /
El papa Francisco nombró este sábado a 21 cardenales, entre ellos cinco latinoamericanos y dos españoles, que en su mayoría podrán elegir al sucesor del jesuita argentino. Francisco, el primer papa latinoamericano, se ha esmerado en diseñar un Sacro Colegio menos occidental y más orientado hacia el hemisferio sur. La solemne ceremonia, el noveno Consistorio Ordinario desde la elección del pontífice en 2013, fue celebrada en la plaza San Pedro del Vaticano el sábado durante una mañana soleada. Los nuevos cardenales vestidos de rojo escarlata -color que evoca la sangre derramada por Cristo en la cruz- se arrodillaron frente al papa para recibir el birrete cardenalicio y un anillo distintivo. “¡Valor!”, “¡Ánimo!”, dijo el papa para animar a los nuevos cardenales que fueron acompañados por los vítores de los fieles, que agitaban banderas de varios países. Entre los nuevos cardenales figuran diplomáticos, consejeros cercanos y hombres con mucha experiencia, perfiles que reflejan las prioridades fijadas por Jorge Bergoglio, de 86 años. Entre los 21 nuevos prelados que acompañarán al papa en el gobierno de la Iglesia, 18 tienen menos de 80 años, por lo que podrán participar al cónclave que elegirá el próximo pontífice. En la ceremonia, Francisco celebró que los nuevos cardenales provengan “de todas partes del mundo” y comparó al colegio cardenalicio a “una orquesta sinfónica” donde “la diversidad es indispensable” y cada músico “debe escuchar a los demás”. “Ruptura” Sensible a las “periferias” y a las comunidades minoritarias, Francisco busca promover al clero de los países en desarrollo a los más altos rangos de la Iglesia, rompiendo con la práctica de destacar sistemáticamente a determinados arzobispos titulares de grandes diócesis. “Busca cardenales que correspondan a la época. Son personas que se han alejado de la Iglesia de antaño, que están haciendo una ruptura positiva”, explica a un observador de la Santa Sede. En la lista de nuevos cardenales destacan varios de regiones donde crece el número de fieles, como África, Asia y América Latina, de donde proceden cinco de ellos, aunque solo tres podrían participar en un cónclave. Estos son los argentinos monseñor Víctor Manuel Fernández, prefecto del poderoso Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba, y el arzobispo de Bogotá, el colombiano Luis José Rueda Aparicio. El también argentino Luis Pascual Dri, confesor en el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya, y el venezolano Diego Rafael Padrón Sánchez, arzobispo emérito de Cumaná, serán cardenales, pero no electores por superar los 80 años de edad. Igualmente serán creados cardenales los españoles José Cobo Cano, arzobispo de Madrid, y Ángel Fernández Artime, rector mayor de los Salesianos. Ambos son electores. Entre los nuevos elegidos hay clérigos de dos zonas geopolíticamente sensibles: Observador del Vaticano el Patriarca latino de Jerusalén, la principal autoridad católica en Tierra Santa, y el obispo de Hong Kong, clave para intentar mejorar las relaciones del Vaticano con la China comunista. La nueva lista de cardenales también incluye a los arzobispos de Yuba (Sudán del Sur), Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Tabora (Tanzania). La visión de Francisco El clero europeo, donde el catolicismo está en declive, seguirá fuertemente representado con ocho cardenales, entre ellos el portugués Américo Aguiar, de 49 años. Aguiar será el segundo miembro más joven del Colegio Cardenalicio después del prefecto apostólico en Ulán Bator (Mongolia), Giorgio Marengo. También destaca la distinción de tres miembros de la Curia, el “gobierno” central de la Santa Sede, cercanos al papa: el italiano Claudio Gugerotti, el argentino Víctor Manuel Fernández y el estadounidense Robert Prevost. El nombramiento de los cardenales será seguido de cerca por los observadores en busca de indicios acerca del rumbo de la Iglesia, debido a la avanzada edad de Francisco, que se desplaza en silla de ruedas y que no descarta renunciar al cargo como hizo su predecesor Benedicto XVI si decae su estado de salud. Tras este consistorio habrá 137 cardenales electores. Casi tres cuartas partes de ellos (99) habrán sido creados por Jorge Bergoglio, mientras que un 22% fueron creados por Benedicto XVI y un 6% por Juan Pablo II. Este reparto podrá pesar sobre la mayoría de dos tercios necesarios para elegir al futuro líder espiritual de la Iglesia católica y sus 1.300 millones de fieles al aumentar la probabilidad que comparta las ideas del actual pontífice. Pero la elección de un nuevo papa siempre es imprevisible y como dice un viejo refrán romano, “el que entra como papa al cónclave, sale como cardenal”. “Busca cardenales que correspondan a la época. Son personas que se han alejado de la Iglesia de antaño, que están haciendo una ruptura positiva.
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