Hace una semana, un acontecimiento monumental sacudió la región de El Toyo, en Colombia, cuando el último muro de roca que obstaculizaba la travesía a través del túnel Guillermo Gaviria Echeverri finalmente cayó. Con sus imponentes 9.730 metros, esta megaobra representa un logro épico en la historia de la ingeniería y la conectividad regional.
Hoy, se celebrará un acto simbólico para marcar el inicio de una nueva era en la región: el primer cruce a través de este colosal túnel. El encuentro de los frentes de excavación, que unió en un solo corredor los 9,73 kilómetros de esta conexión subterránea bajo el alto del Toyo, será conmemorado con una caminata hasta el centro del túnel.
El hito alcanzado el 6 de octubre de 2023 marca un paso crucial en el cumplimiento de un sueño centenario de Antioquia: estar conectada eficientemente con su mar, aprovechando su estratégica ubicación en América. El túnel Guillermo Gaviria Echeverri es parte de la conexión de El Toyo, que, en sus dos etapas, suma un total de 39,5 kilómetros de nueva vía con un diseño de velocidad de 80 kilómetros por hora.
Esta infraestructura reducirá significativamente el tiempo de viaje entre Medellín y Urabá a tan solo 4,5 horas, uniendo las autopistas de cuarta generación Mar 1 (Medellín-Santa Fe de Antioquia) y Mar 2 (Cañasgordas-El Tigre).
Según el gobernador Aníbal Gaviria, este túnel será la columna vertebral de un ambicioso proyecto conocido como la "Ciudad Larga de Cuatro Corazones", que unirá los valles de Aburrá, San Nicolás en Oriente, las planicies del río Cauca en Santa Fe de Antioquia, Sopetrán, San Jerónimo, y el corazón de Urabá, al nivel del mar. Esta interconexión cubrirá el territorio donde actualmente reside el 85% de la población antioqueña, según el gobernador.
A pesar del emocionante avance, aún quedan desafíos por delante. Quedan más de 1,5 kilómetros de roca por revestir y 7,5 kilómetros por pavimentar en el tramo del túnel. El resto de las obras del proyecto en su tramo 1 deben concluirse en el primer semestre de 2024.
Esta monumental empresa, planificada como obra pública y no como una concesión privada, requerirá una inversión de $2,14 billones, con $840.000 millones provenientes de la Alcaldía de Medellín y el restante $1,3 billones de la Gobernación (valores de diciembre de 2022).
Después de la finalización de estas actividades, el Instituto Nacional de Vías procederá con la instalación de equipos electromecánicos en el túnel principal, que incluyen sistemas de ventilación, iluminación, cámaras de seguridad y más.
En el proyecto, el Tramo II, que comprende vías, túneles y puentes entre Santa Fe y Giraldo y que es también responsabilidad del Invías, presenta desafíos en términos de retraso y falta de recursos, a pesar de una inversión del Gobierno Nacional de $1,7 billones.
Aunque se anticipa la existencia de un peaje en esta infraestructura, se asegura que quienes opten por no pagar tendrán la opción de utilizar la vía tradicional en condiciones óptimas de operatividad, a cargo de la concesión Mar 1. Además, se ha contemplado la movilidad de motocicletas, diferente a la restricción de flujo en el túnel de Oriente.
Este proyecto no solo es una hazaña en términos de ingeniería, sino también un ejemplo de colaboración público-privada a lo largo de los años. Ha involucrado a cuatro gobiernos departamentales, desde 2008 hasta la fecha, y requerirá que el próximo gobernador continúe gestionando los recursos faltantes para el tramo 2.
Este colosal logro es un homenaje a la visión y tenacidad del ingeniero Guillermo Gaviria Echeverri, quien, en la década de 1970, planteó la necesidad de construir un túnel en esta ubicación. Más de 40 años después, su sueño se ha convertido en una realidad que beneficiará a toda la región.
El túnel Guillermo Gaviria Echeverri, que se ubica en la antigua carretera al mar inaugurada por el general Gustavo Rojas Pinilla en 1955, marca un hito en la historia de la conectividad de Antioquia. Además, casi coincide con los 100 años del inicio de la construcción de la primera carretera al mar en 1926, impulsada por Gonzalo Mejía Trujillo y el periodista Jesús Tobón Quintero.
Estos eventos históricos se suman a la rica historia de la región, donde los sueños de conectividad se han convertido en una realidad con el esfuerzo conjunto de muchos a lo largo de los años. Con la apertura del túnel, se acerca el día en que los habitantes de Medellín podrán ver el mar antes del mediodía, cumpliendo el sueño centenario de Gonzalo Mejía.
El túnel Guillermo Gaviria Echeverri representa una prueba tangible de que con una gestión eficiente y cooperación, las grandes obras públicas pueden llevarse a cabo de manera exitosa. Es un testimonio de la determinación de una región y su compromiso con la conectividad y el progreso.
Hoy, cuando cruza por primera vez el túnel Guillermo Gaviria Echeverri, Colombia celebra un logro monumental que cambiará la vida de los habitantes de la región y fortalecerá su conexión con el resto del país. Un sueño de generaciones finalmente se hace realidad.
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