Dos colegios privados y uno público completaron sus protocolos de bioseguridad e iniciarán clases a finales de febrero.
El nuevo panorama que se percibe en Cúcuta frente a la COVID-19 ha permitido que se reevalúen ciertas medidas restrictivas para frenar los contagios por el virus, entre ellas, el regreso a clases. Todos los colegios a nivel departamental y municipal iniciaron el calendario escolar de forma virtual, sin embargo, desde el año pasado varias instituciones educativas trabajaban en sus protocolos de bioseguridad para que este año puedan dar clases bajo la modalidad de alternancia.
A pesar de la negativa de Fecode, el gremio de docentes en la región y de gran parte de los padres de familia, la Secretaría de Educación municipal dio a conocer que 18 colegios, entre públicos y privados de la capital de Norte de Santander, radicaron sus protocolos de bioseguridad.
Sin embargo, muchos de ellos aún no cumplen con todas las normativas y exigencias solicitadas por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud, por lo que fueron devueltos para arreglos y nuevas inspecciones.
“Estamos en la revisión de cada uno de los protocolos de bioseguridad que radicaron las instituciones, pero no todos estaban completos, además, tampoco incluyeron protocolos pedagógicos y académicos, por lo que tuvieron que ser devueltos”, mencionó Jéssica Ramírez, jefe de ese despacho municipal.
Asimismo, la funcionara señaló que tres instituciones, dos privadas que prestan su servicio como jardín infantil y un colegio público en la zona rural de Cúcuta, están por cumplir todos los requisitos para iniciar con clases presenciales bajo la modalidad de alternancia.
Si la curva de contagios se mantiene baja y la ocupación hospitalaria es estable, estas tres instituciones podrán iniciar clases presenciales con alternancia en la tercera o cuarta semana de febrero. Ramírez mencionó que desde la Secretaría de Educación se creó una guía de orientación para estandarizar y acompañar el proceso de radicación de un protocolo con las acciones puntuales, de modo que se tenga en cuenta la ruta de activación ante un posible caso de COVID-19, el acceso oportuno a un directorio dentro de la institución educativa, entre otras acciones.
Además de la creación de una mesa de alternancia dentro de los mismos funcionarios de los colegios para acudir a las instalaciones, tanto para el personal de limpieza, docentes y directivos. Infraestructura.
A pesar de todas las acciones que deben cumplir las instituciones estudiantiles para regresar a las aulas, los padres de familia denuncian que la infraestructura de los colegios públicos no es apta para la implementación de los protocolos, por lo que afirman que hace falta inversión por parte des los gobiernos nacional y municipal, para que estas acciones se lleven a cabo.
La secretaria de Educación de Cúcuta, Jessica Ramírez, afirmó que “hay cerca de $4.200 millones para invertir en servicios de aseo, bioseguridad, y desinfección. Adicionalmente, a cada institución educativa le llegó un recurso adicional para el apoyo de guías y demás herramientas que consideren pertinentes para que los estudiantes no deserten”.
Desde la administración municipal se precisó que todas las preocupaciones de los papás serán tenidas en cuenta y nunca se va a obligar a ningún niño a tomar clases presenciales, pues la decisión irá concertada con los progenitores.
“No es una obligatoriedad que los niños regresen a las aulas, es un tema que debe ser voluntario y que se estará tratando con docentes, directivos y, por supuesto, padres de familia”, reiteró la funcionaria. Dos colegios privados y uno público completaron sus protocolos de bioseguridad e iniciarán clases a finales de febrero.
El nuevo panorama que se percibe en Cúcuta frente a la COVID-19 ha permitido que se reevalúen ciertas medidas restrictivas para frenar los contagios por el virus, entre ellas, el regreso a clases.
Todos los colegios a nivel departamental y municipal iniciaron el calendario escolar de forma virtual, sin embargo, desde el año pasado varias instituciones educativas trabajaban en sus protocolos de bioseguridad para que este año puedan dar clases bajo la modalidad de alternancia. A pesar de la negativa de Fecode, el gremio de docentes en la región y de gran parte de los padres de familia, la Secretaría de Educación municipal dio a conocer que 18 colegios, entre públicos y privados de la capital de Norte de Santander, radicaron sus protocolos de bioseguridad. Sin embargo, muchos de ellos aún no cumplen con todas las normativas y exigencias solicitadas por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud, por lo que fueron devueltos para arreglos y nuevas inspecciones. “Estamos en la revisión de cada uno de los protocolos de bioseguridad que radicaron las instituciones, pero no todos estaban completos, además, tampoco incluyeron protocolos pedagógicos y académicos, por lo que tuvieron que ser devueltos”, mencionó Jéssica Ramírez, jefe de ese despacho municipal. Asimismo, la funcionara señaló que tres instituciones, dos privadas que prestan su servicio como jardín infantil y un colegio público en la zona rural de Cúcuta, están por cumplir todos los requisitos para iniciar con clases presenciales bajo la modalidad de alternancia.
Si la curva de contagios se mantiene baja y la ocupación hospitalaria es estable, estas tres instituciones podrán iniciar clases presenciales con alternancia en la tercera o cuarta semana de febrero.
Ramírez mencionó que desde la Secretaría de Educación se creó una guía de orientación para estandarizar y acompañar el proceso de radicación de un protocolo con las acciones puntuales, de modo que se tenga en cuenta la ruta de activación ante un posible caso de COVID-19, el acceso oportuno a un directorio dentro de la institución educativa, entre otras acciones.
Además de la creación de una mesa de alternancia dentro de los mismos funcionarios de los colegios para acudir a las instalaciones, tanto para el personal de limpieza, docentes y directivos. Infraestructura.
A pesar de todas las acciones que deben cumplir las instituciones estudiantiles para regresar a las aulas, los padres de familia denuncian que la infraestructura de los colegios públicos no es apta para la implementación de los protocolos, por lo que afirman que hace falta inversión por parte des los gobiernos nacional y municipal, para que estas acciones se lleven a cabo.
La secretaria de Educación de Cúcuta, Jessica Ramírez, afirmó que “hay cerca de $4.200 millones para invertir en servicios de aseo, bioseguridad, y desinfección. Adicionalmente, a cada institución educativa le llegó un recurso adicional para el apoyo de guías y demás herramientas que consideren pertinentes para que los estudiantes no deserten”.
Desde la administración municipal se precisó que todas las preocupaciones de los papás serán tenidas en cuenta y nunca se va a obligar a ningún niño a tomar clases presenciales, pues la decisión irá concertada con los progenitores.
“No es una obligatoriedad que los niños regresen a las aulas, es un tema que debe ser voluntario y que se estará tratando con docentes, directivos y, por supuesto, padres de familia”, reiteró la funcionaria.
Fuente: La opinión
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